
«Las mujeres de la clase acomodada criolla, también jugaron un papel importante en las luchas por la independencia, fomentando una comunicación social en la que se debatían y defendían las ideas independentistas. En sus salones se reunieron los patriotas conspiradores, se destacan entre ellas la ecuatoriana Manuela Cañizares, en su casa se dio el primer grito de independencia de Ecuador; Mariquita Sánchez de Thompson en Argentina, en su residencia se escuchó por primera vez el himno nacional. Francisca Javiera Carrera, hermana de José Miguel, el presidente de la Junta Chilena, fue una infatigable, consecuente y voluntariosa compañera de los ideales libertarios, tanto en los días de triunfo como en los de derrota transitoria. De ellas dice Carmen Clemente Travieso, una gran escritora, “Las mujeres de las clases altas, por su misma condición de señoras de la casa, que tenían algún barniz de cultura y seducción y por su belleza `triste y resignada`, tenían ocasiones de dejar oír su palabra, de dar su opinión.” Las matronas se ocuparon también como financistas de la causa independentista, se desprendieron de posesiones e hicieron colectas, además de su generosidad y fidelidad a la causa patriota, demostraron poder organizativo, capacidad y entereza.
No olvidemos, sin embargo, que, a una amplia proporción de mujeres patriotas, su adhesión a la causa independentista les costó la vida. A los hombres con estas convicciones de libertad e independencia, se les perseguía, torturaba y asesinaba en los campos de batalla y las cárceles, pero a las mujeres además se les humillaba, a muchas se les montó desnudas sobre un burro, cubiertas de miel y plumas, se les azotaba y exhibía en plaza pública. Así hicieron, por ejemplo, con Juana Robles, la esclava salteña a la que llamaron la emplumada, con Ana María Campos y Josefa Padrón en Venezuela. O como el caso de las chilenas Ana María Cotapos y Luisa Recabarren, que fueron acusadas de conspiraciones políticas y recluidas en conventos. Parejo al reconocimiento de la valentía y el aporte revolucionario de las mujeres, fue aumentando la brutalidad de las represalias. (…)»
De la Zerda, Maria Elena. (2023, p. 23) – Las mujeres de nuestra América libre
Próxima presentación de libro «Las mujeres de nuestra América Libre».
