
Estabas en el patio
Te recuerdo viejo algarrobo en el patio de esa casa que sin ser mía, todo lo mío guardaba. Eras mi anunciante cuando el viento estaba llorando, la sombra refrescando el aire, el amigo que me esperaba en cada amanecer. Extendías tus hojas en el suelo para verme barrer. Tu soplo hacía correr el hilo de la aguja insolente con la que mamá remendaba. Ofrecías dulces vainas en cada verano, un gajo fuerte para colgar la fiambrera con carne y leche recién ordeñada. Me viste llorar ausencias y, de la misma manera, disfrutar abrazos y besos. Tan callado el tiempo nos sometió a la despedida grabándote en mi memoria como el cómplice que no pude volver a ver.
Elda Piazzo
Próxima presentación de libro «1° Antalogía Poética del grupo literario Garabato»
