Victoria Ocampo y Gabriela Mistral: unidas por las letras y el destino.

Un 7 de abril nacieron dos íconos de la literatura latinoamericana: Gabriela Mistral, en Chile, y Victoria Ocampo, en Argentina. Dos mujeres que, a pesar de provenir de mundos diferentes, se unieron por un amor común: la escritura y la lucha por los derechos de las mujeres.

Victoria Ocampo: Pionera de las Letras Argentinas

Victoria Ocampo nació en Buenos Aires, en 1890. Fue la hija mayor de Ramón Ocampo y Rosa Aguirre. Luego el matrimonio tendría cinco hijas más, la menor fue Silvina. Las Ocampo recibieron una educación privilegiada con institutrices que le daban clases en francés e inglés sin tener que asistir al colegio. Residían en San Isidro, en la mansión Villa Ocampo.

Su infancia estuvo marcada por la influencia de su madre, una mujer de espíritu independiente y adelantado a su tiempo, quien alentó el amor de Victoria por la literatura y la cultura.

Desde una edad temprana, Victoria mostró una inclinación hacia la lectura y la escritura, fascinada por las obras de los grandes escritores argentinos y europeos. Este amor por la literatura se cultivó aún más durante su adolescencia, cuando comenzó a frecuentar los círculos intelectuales de Buenos Aires y a entablar amistades con figuras destacadas de la época.

Inmersa en el mundo literario, en 1920, se publica su primer artículo en La Nación sobre “La divina comedia”, de Dante Alighieri, titulado “Babel”. Luego publicaría sus primeros libros: “De Francesa a Beatrice” (1924) en Revista de Occidente gracias a José Ortega y Gasset y “La laguna de los nenúfares” (1926).

La Fundación de la Revista «Sur»

En 1931, Victoria Ocampo fundó la revista literaria Sur, que se convertiría en una de las publicaciones culturales más influyentes de América Latina. A través de Sur, Ocampo proporcionó una plataforma vital para la difusión de la literatura argentina y latinoamericana, así como para la promoción del intercambio cultural con Europa y Estados Unidos. La revista publicó obras de renombrados escritores como Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Pablo Neruda y muchos otros, ayudando a dar a conocer sus talentos tanto a nivel nacional como internacional.

Además de promover la literatura, Sur abordó una amplia gama de temas culturales, políticos y sociales, desde el feminismo hasta la crítica literaria y la filosofía.

“He aquí mi proyecto: publicar una revista que se ocupe principalmente de problemas americanos, bajo varios aspectos, y donde colaboren los americanos que tengan algo que decir y los europeos que se interesen en América. El leitmotiv de la revista será ése pero, naturalmente, tratará también otros temas” —escribe a Ortega y Gasset. «

Victoria Ocampo

Obras Literarias y Contribuciones Intelectuales

A lo largo de su vida, Victoria Ocampo escribió numerosos ensayos, críticas literarias y memorias que reflejaban su aguda perspicacia intelectual y su compromiso con la exploración de ideas complejas. Su obra más conocida, «Testimonios», es un relato autobiográfico que ofrece una visión única de su vida y sus encuentros con algunas de las figuras más destacadas del mundo literario y cultural del siglo XX.

Además de «Testimonios», Ocampo escribió varios ensayos sobre literatura, arte y política, explorando temas como el feminismo, el existencialismo y la identidad nacional. Su escritura se caracterizaba por su estilo elegante y perspicaz, así como por su profundo compromiso con la verdad y la honestidad intelectual.

Gabriela Mistral: Voz lírica de América Latina

Gabriela nació en 1889 en la región de Coquimbo, Chile, y fue bautizada como Lucila Godoy Alcayaga.

Era hija de la modista Petronila Alcayata, y del preceptor Juan Gerónimo Godoy, quien abandonó a su familia cuando su hija tenía apenas tres años.

Lucila mostró gran vocación por la docencia. A los 15 años, comenzó a trabajar como maestra en la escuela de la localidad de La Cantera, experiencia que influyó profundamente en su percepción de la educación y la sociedad. En 1910 logró el título de Profesora de Primaria, otorgado por el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile.

Comenzando de esta manera su carrera literaria como maestra en diversas escuelas rurales de Chile, donde utilizó la poesía como una herramienta para inspirar y educar a sus alumnos. Fue durante este tiempo que adoptó el seudónimo de «Gabriela Mistral», en honor al poeta italiano Gabriele D’Annunzio y al poeta francés Frédéric Mistral.

Por lo que los progresos en la profesión docente corrieron paralelos al desarrollo de su producción poética. De tendencia modernista en sus inicios, su poesía derivó hacia un estilo personal, con un lenguaje coloquial y simple, y un simbolismo que conecta con una elaboracion tradicional folclorica. En sus obras expresó temas como el sufrimiento o la maternidad frustrada, así como inquietudes religiosas y sociales que responden a su ideología cristiana y socialista.

Publicando en el año 1914 el primer libro de poemas, titulado «Sonetos de la muerte», bajo el seudónimo de Gabriela Mistral. Este poemario, marcado por el dolor y la pérdida, caracteristicos de su Poesía, la catapultó a la fama como una de las voces poéticas más importantes de Chile.

Entre otras variadas obras como, «Desolación» (1922), «Lecturas para mujeres» (1923), «Ternura» (1924), «Nubes blancas y Breve descripción de Chile» (1934). Que la llevaron a convertirse, el 10 de diciembre de 1945, en la primera latinoamericana en recibir el Primer Premio Nobel de Literatura, de manos del Rey Gustavo V, de Suecia.

Cada una de ellas caracterizada por su profundidad emocional, su uso del lenguaje simbólico y su compromiso con temas sociales como la justicia, la igualdad y la defensa de los más vulnerables.

Recado a Victoria Ocampo, de Gabriela Mistral

Fuentes:

  • Secretaría de Cultura de la Nacion
  • Biblioteca Nacional Digital
  • Biografias y vidas

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

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